En 2025, los aeropuertos del mundo están experimentando una metamorfosis verde, convirtiéndose en modelos de sostenibilidad y eficiencia energética. Desde el uso de materiales reciclados hasta la implementación de tecnologías de energía renovable, estos espacios están redefiniendo el concepto de movilidad aérea.
Los aeropuertos de ciudades como Singapur, Ámsterdam y Buenos Aires están liderando la carga hacia un futuro más sostenible. En Changi, Singapur, la integración de jardines verticales y sistemas de recolección de agua de lluvia ha reducido significativamente su huella de carbono. En Ámsterdam, el aeropuerto de Schiphol ha adoptado paneles solares y turbinas eólicas para abastecer su consumo energético, mientras que en Buenos Aires, el Aeropuerto Internacional de Ezeiza ha implementado un sistema de gestión de residuos que ha reducido los desechos en un 40%. Estos esfuerzos no solo benefician al medio ambiente, sino que también mejoran la experiencia del pasajero, creando espacios más agradables y saludables.
La tendencia hacia la sostenibilidad en los aeropuertos no muestra signos de desaceleración. A medida que más países se comprometen con objetivos de cero emisiones, la arquitectura y el diseño de aeropuertos continuarán evolucionando. Este cambio no solo es necesario para el planeta, sino que también representa una oportunidad para que las ciudades se posicionen como líderes en innovación y responsabilidad ambiental. En última instancia, los aeropuertos sostenibles son un paso crucial hacia un futuro donde la movilidad aérea sea sinónimo de respeto por nuestro entorno.