Las ciudades argentinas, al igual que muchas áreas metropolitanas del mundo, enfrentan una creciente presión demográfica y urbanística que complica la disponibilidad de vivienda y el desarrollo de infraestructuras. La construcción modular se presenta como una alternativa viable y sostenible para abordar estos desafíos, permitiendo un desarrollo más ágil y eficiente en entornos urbanos densos. Este enfoque innovador no solo optimiza el uso del espacio, sino que también reduce los plazos de ejecución y los costos asociados a la construcción convencional.
La construcción modular consiste en la fabricación de módulos prefabricados que se ensamblan en el sitio de construcción. Este sistema no solo minimiza el impacto ambiental, al disminuir el tiempo de obra y los residuos generados, sino que también favorece la flexibilidad del diseño y la personalización de los espacios. En Buenos Aires, por ejemplo, se han implementado proyectos que integran este tipo de soluciones en áreas como Villa Lugano y el barrio de Palermo, donde la demanda de vivienda ha superado la oferta. Estas iniciativas no solo responden a una necesidad habitacional inmediata, sino que también promueven un urbanismo más sostenible y resiliente frente a las crisis habitacionales que enfrenta el país. A medida que las tecnologías de construcción modular continúan evolucionando, se espera que su adopción se expanda en otras ciudades, transformando el panorama arquitectónico urbano argentino hacia uno más eficiente y humano.