La intersección entre la arquitectura y la tecnología ha experimentado un notable impulso en los últimos años, particularmente con la adopción de la realidad aumentada (RA) y la realidad virtual (RV) como herramientas fundamentales en el diseño arquitectónico. En Argentina, esta tendencia ha comenzado a ganar terreno, ofreciendo a arquitectos y diseñadores la oportunidad de crear espacios que no solo son visualmente impactantes, sino también profundamente inmersivos. A través de estas tecnologías, la experiencia del usuario se eleva, permitiendo una interacción directa y personal con los espacios que habitamos. Desde visitas virtuales de proyectos en desarrollo hasta la posibilidad de personalizar entornos antes de su construcción, la RA y la RV están transformando la forma en que concebimos y vivimos la arquitectura.
Un claro ejemplo de esta tendencia se puede observar en los recientes proyectos de algunas firmas de arquitectura en Buenos Aires, que han comenzado a incorporar modelos 3D inmersivos en sus presentaciones. Estas representaciones permiten a los clientes visualizar y experimentar el diseño de un espacio antes de que se complete, contribuyendo a una toma de decisiones más informada y a una comunicación más efectiva entre arquitectos y clientes. Además, la RA y la RV facilitan el acceso a diseños arquitectónicos complejos, brindando la oportunidad de explorar detalles que, de otro modo, podrían pasar desapercibidos en planos bidimensionales. Esta capacidad de inmersión no solo realza la estética del diseño, sino que también promueve una mayor comprensión del impacto que los espacios pueden tener en la vida cotidiana de las personas. Con un mercado cada vez más receptivo a la innovación, la combinación de tecnología y arquitectura no es una mera tendencia pasajera, sino un camino hacia el futuro en el que el entorno construido se convierte en una extensión de nuestras experiencias sensoriales.