En 2025, el diseño de barrios está transformando la movilidad urbana, priorizando a peatones y ciclistas sobre los vehículos motorizados. Esta tendencia, que se expande rápidamente en ciudades de América Latina, busca reducir la huella de carbono y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
El auge de los ‘barrios caminables’ ha sido impulsado por políticas públicas que promueven la creación de espacios verdes, la ampliación de veredas y la implementación de ciclovías seguras. En Buenos Aires, por ejemplo, el gobierno local ha invertido en la remodelación de barrios tradicionales, convirtiéndolos en zonas de baja emisión donde el transporte público y las bicicletas son protagonistas. Según un estudio reciente, estas iniciativas han reducido el tráfico vehicular en un 30% y han mejorado la calidad del aire en un 20%.
La transformación de los barrios no solo fomenta la movilidad sostenible, sino que también revitaliza las comunidades, promoviendo la interacción social y el comercio local. A medida que más ciudades adoptan este enfoque, el diseño urbano se perfila como una herramienta clave para enfrentar los desafíos del cambio climático y construir un futuro más sostenible. La clave está en continuar innovando y adaptando estas estrategias a las necesidades específicas de cada comunidad, asegurando que el cambio sea inclusivo y beneficioso para todos.