En un panorama donde el bienestar y la funcionalidad se entrelazan intrínsecamente, una dirección estética emerge con fuerza para redefinir los espacios habitables del 2025: el minimalismo cálido. Esta corriente, que trasciende la simplicidad pura para incorporar una profunda sensación de confort y acogida, se posiciona como pilar en el diseño de interiores a nivel nacional. Para desentrañar sus claves y proyección, conversamos con la Arquitecta Sofía Ramírez, Directora de Diseño en ‘Espacios Vivos’, una firma líder en el sector.
La Arquitecta Ramírez explica que el minimalismo cálido no es una contradicción, sino una evolución consciente. ‘Se trata de simplificar sin deshumanizar el espacio’, afirma. ‘Técnicamente, priorizamos materiales naturales como maderas claras —roble o fresno—, fibras textiles orgánicas —lino, lana— y superficies con textura, como microcemento pulido o cerámicas de tonos tierra. Estos elementos no solo aportan una paleta cromática serena, dominada por beiges, blancos rotos y grises cálidos, sino que también suman una riqueza sensorial a la estancia.’ Profundizando en el aspecto técnico, la iluminación juega un rol fundamental. ‘Abogamos por sistemas de iluminación indirecta, con temperaturas de color cálidas (entre 2700K y 3000K), y el uso estratégico de dimmers’, detalla Ramírez. ‘Esto permite modular la atmósfera y crear ambientes íntimos que contrastan con la pureza de las líneas minimalistas. El mobiliario, por su parte, busca la multifuncionalidad y la ergonomía, con piezas de diseño atemporal y formas orgánicas que suavizan la geometría rígida. Observamos una fuerte adopción de estas directrices en proyectos residenciales y corporativos a lo largo del país, evidenciando una demanda creciente por espacios que no solo sean visualmente amplios y ordenados, sino que también fomenten la tranquilidad y el arraigo emocional. La proyección a corto plazo es clara: esta estética seguirá ganando terreno, adaptándose a las particularidades culturales y climáticas de nuestras regiones para ofrecer soluciones personalizadas.’
Esta fusión de funcionalidad y sensibilidad, tal como subraya la Arquitecta Ramírez, representa más que una tendencia; es una respuesta a la búsqueda colectiva de hogares y oficinas que promuevan el bienestar. El minimalismo cálido ofrece una propuesta de valor duradera, caracterizada por la atemporalidad, la eficiencia espacial y una conexión intrínseca con la naturaleza y el confort. Su consolidación en el mercado nacional para el 2025 y más allá, apunta hacia un futuro donde el diseño de interiores será cada vez más centrado en la experiencia humana y menos en la ostentación.