La integración de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito arquitectónico ha dado lugar a un fenómeno estético que desafía las convenciones tradicionales: las estéticas geométricas generadas por algoritmos. En Argentina, este movimiento ha comenzado a marcar un cambio significativo en la manera en que los arquitectos conciben y desarrollan espacios, combinando arte, tecnología y funcionalidad. La capital y otras ciudades importantes del país están viendo cómo estas nuevas formas se incorporan a proyectos de gran envergadura, ofreciendo soluciones innovadoras y visualmente impactantes que reflejan la complejidad de la era digital.
Las estéticas geométricas, caracterizadas por patrones complejos y formas no lineales, se han convertido en un lenguaje visual propio de la arquitectura contemporánea. Las herramientas de IA permiten a los diseñadores explorar configuraciones que anteriormente habrían sido inimaginables, optimizando no solo la estética, sino también la eficiencia estructural y el uso de recursos. En Buenos Aires, la reciente construcción del Centro de Innovación Tecnológica es un ejemplo paradigmático: su fachada, compuesta por un entramado de polígonos interconectados, no solo cautiva con su apariencia, sino que también maximiza la luz natural y minimiza el consumo energético. Este enfoque vanguardista está forjando una nueva identidad arquitectónica en Argentina, donde la tradición se encuentra con la innovación, y la IA se convierte en un aliado esencial en la creación de espacios más sostenibles y adaptados a las necesidades del futuro.