La percepción del baño ha cambiado drásticamente en los últimos años, convirtiéndose en un refugio personal que trasciende su función utilitaria. En Argentina, el diseño de baños ha evolucionado hacia espacios que priorizan la estética, la sustentabilidad y la tecnología. Los profesionales del interiorismo y la arquitectura están adoptando nuevas tendencias que no solo embellecen, sino que también optimizan la experiencia del usuario, reflejando un enfoque más holístico del bienestar en el hogar.
Entre las principales tendencias que marcan esta evolución se encuentra el uso de materiales naturales y sostenibles, como la madera reciclada y las piedras locales, que aportan calidez y conexión con la naturaleza. La paleta de colores tiende hacia tonos suaves y terrosos, creando un ambiente relajante. A su vez, la incorporación de tecnologías inteligentes, como grifos automáticos y duchas con control de temperatura digital, ofrece comodidad y mejora la eficiencia en el consumo de agua. En el ámbito nacional, se observa un crecimiento en la demanda de soluciones que integren elementos de diseño con funcionalidades eco-amigables, impulsadas por una creciente conciencia ambiental entre los consumidores. Este cambio no solo responde a una estética contemporánea, sino a una necesidad de adaptarse a un estilo de vida que valora la sostenibilidad y el confort en el hogar.